-------------------Por: Gerardo Delgado Silva
El partido conservador había sido un guardián insomne de la moral pública, y un defensor intrépido de los intereses nacionales en todos los campos de nuestra vida republicana.
Por ello, los más brillantes momentos históricos de ese partido, fueron aquellos en los cuales se presentó como Personero de los Supremos intereses nacionales, evitándole al país la resurrección de recónditos anhelos hegemónicos, tras los cuales se agazapaba el sectarismo proditorio.
El Conservatismo Colombiano, probó en el discurrir de los años, que no es una caprichosa posición de la mente, sino un ordenamiento de ideas que obedecen a postulados filosóficos y morales. Caro y Ospina, en forma sobria afirmaron: “El conservador condena todo acto contra el orden constitucional, contra la legalidad, contra la moral, contra la libertad, contra la igualdad, contra la tolerancia, contra la propiedad, contra la seguridad y contra la civilización, sea quien fuere el que lo haya cometido.”
De pronto, casi imperceptiblemente, torció su rumbo de servicio público, bajo la presión del Gobierno de Uribe, empeñado en la atroz tarea de exterminar el Estado de Derecho. AMPLIACIÓN >
El partido conservador había sido un guardián insomne de la moral pública, y un defensor intrépido de los intereses nacionales en todos los campos de nuestra vida republicana.
Por ello, los más brillantes momentos históricos de ese partido, fueron aquellos en los cuales se presentó como Personero de los Supremos intereses nacionales, evitándole al país la resurrección de recónditos anhelos hegemónicos, tras los cuales se agazapaba el sectarismo proditorio.
El Conservatismo Colombiano, probó en el discurrir de los años, que no es una caprichosa posición de la mente, sino un ordenamiento de ideas que obedecen a postulados filosóficos y morales. Caro y Ospina, en forma sobria afirmaron: “El conservador condena todo acto contra el orden constitucional, contra la legalidad, contra la moral, contra la libertad, contra la igualdad, contra la tolerancia, contra la propiedad, contra la seguridad y contra la civilización, sea quien fuere el que lo haya cometido.”
De pronto, casi imperceptiblemente, torció su rumbo de servicio público, bajo la presión del Gobierno de Uribe, empeñado en la atroz tarea de exterminar el Estado de Derecho. AMPLIACIÓN >
"Lo que acaba de suceder en la Cámara de Representantes, con sectores contaminados por el dolo, en relación con el referendo reeleccionista es el más triste y degradante de los episodios de inmoralidad, desprecio a la Ley, a la democracia y al país, que pueda exhibir cuerpo alguno deliberante, montado por el Ministro del Interior y de Justicia, conservador Fabio Valencia Cossio"...