Es
 momento de volver a contemplar las hojas que caen en otoño, los 
capullos de las flores, las plantas que crecen y van tomando forma. Es 
un momento de reflexión para comprender que como seres humanos no somos 
más que parte de un ecosistema mayor del que tenemos la responsabilidad 
de cuidar.
Luis Francisco Bohórquez hizo
 un llamado a la conciencia ambiental de los bumangueses, en la fecha 
especial del 12 de octubre, cuando el mundo celebra el Día del Árbol, 
que fue instituido en 1969 por el Congreso Forestal Mundial en la ciudad
 de Roma, para destacar la importancia de este componente vital de la 
flora y de los ecosistemas.Una vez más, Lucho Bohórquez reafirmó
 su compromiso indeclinable por la preservación del medio ambiente y el 
desarrollo sostenible de las comunidades, al recordar que además de no 
permitir la explotación minera en el Páramo de Santurbán y tampoco la 
construcción urbana expansionista en los Cerros Orientales, su próximo 
gobierno trabajará en la construcción de los corredores ambientales 
corredores ecológicos del Parque La Iglesia, La Quebrada El Loro y La 
Esperanza, así como en la recuperación de parques y todo tipo de 
escenarios públicos de la ciudad.
PARA TENER EN CUENTA:
* El 12 de octubre de
 cada año el mundo celebra el Día de la Raza, por la fecha del 
descubrimiento de América (12 de octubre de 1492) y el Día del Árbol, 
como homenaje a un componente esencial de la naturaleza y la 
biodiversidad.
* Este 12 de octubre es una fecha oportuna para comprender que como seres humanos no somos más que parte de un ecosistema mayor, que tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar.
* Durante las últimas dos décadas, ha desaparecido el 16% de la totalidad de la selva Amazónica y cada día se pierden 7.000 hectáreas de bosque.
* Este 12 de octubre es una fecha oportuna para comprender que como seres humanos no somos más que parte de un ecosistema mayor, que tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar.
* Durante las últimas dos décadas, ha desaparecido el 16% de la totalidad de la selva Amazónica y cada día se pierden 7.000 hectáreas de bosque.
* La tala indiscriminada aumenta el deterioro de la naturaleza y
 atenta contra procesos esenciales como: La oxigenación y purificación 
del aire; resguardo frente a los rayos solares; recuperación de sectores
 erosionados; humedecimiento del ambiente; reducción del ruido y 
producción de alimentos.
  