Por Gerardo Delgado Silva
Los hechos atestiguan que la
personalidad de Hitler, fue la clave tanto del asombroso establecimiento como
del colapso aún más asombroso de la efímera dominación por parte del TERCER
REICH alemán sobre el resto de la península europea del continente
asiático. Esta esclavización temporal de
Europa por Alemania fue obra personal de Hitler; y la rápida perdida de sus
conquistas – que fue aún más extraordinaria que su rápida adquisición - se
debió a la incapacidad personal de Hitler para recolectar en favor de Alemania
una cosecha que había madurado.
De hecho, Hitler tenía una
mente corriente, era un tipo vulgar, con las dotes estrechamente circunscritas
del demagogo y del trapacero; y cuando esas dotes pusieron en sus manos un
imperio, no le sirvieron para decirle que era lo que tenía que hacer con él. Leer más
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